¿Qué es el Hígado Graso?

El hígado es susceptible a enfermarse y poner en peligro la vida, si acumula más grasa de la normal ocasiona que poco a poco mueran las células hepáticas y se transformen en tejido fibroso y rígido. A esta condición se le conoce como hígado graso o esteatosis hepática. Si esta condición continua, existe la posibilidad de desarrollar daño hepático crónico o cirrosis.

La enfermedad puede ser asintomática, pero con el tiempo se puede presentar dolor, fatiga, debilidad, manchas obscuras en la piel, aumento de tamaño del hígado, entre otros síntomas.

Actualmente por el incremento del sobrepeso y obesidad en la población, aumenta la probabilidad de casos de personas con hígado graso tanto adultos como adolescentes y niños.

Los principales factores de riesgo para que se desarrolle el hígado graso son:

• Sobrepeso u obesidad.
• Diabetes.
• Aumento de triglicéridos y colesterol en sangre.
• Síndrome metabólico.
• Ingesta excesiva de alcohol o medicamentos
• El hígado graso también se relaciona con infecciones crónicas como la hepatitis B y C.

El tratamiento del hígado graso consiste en cambiar hábitos como:

• Bajar de peso, con una alimentación correcta, incluyendo alimentos ricos en fibra como la avena, arroz o pan integral, las verduras como el brócoli, zanahoria, espinacas y frutas como manzana y peras.
• Incluir cítricos como naranja, mandarina pero no en jugos y productos de origen animal como pescado, leche descremada, pollo.
• Evitar alimentos muy dulces como las galletas o pastelillos.
• Cocinar con poca grasa, optando por preparaciones al horno, al vapor, o cocidos. Es importante establecer horarios para las comidas.
• Eliminar el consumo de bebidas alcohólicas, incluidas la cerveza, el vino, la sidra, las cuales favorecen mayor reserva de grasa en el hígado.
• No auto medicarse
• Realizar actividad física al menos 30 minutos, lo cual favorece el aumento del metabolismo y ayuda a disminuir las reservas de grasa en el organismo.