La cúrcuma es una de las plantas que mayor cantidad de investigaciones tiene hasta el presente, especialmente en el área de la inmunidad, inflamación, cáncer y hepatoprotección.
Respecto a esto último, un ensayo clínico randomizado, doble ciego, controlado con placebo, efectuado en pacientes con hígado graso no alcohólico ha hallado beneficios tras el suministro oral de comprimidos en base a curcumina (70 mg), uno de los activos más importantes del rizoma de esta especie.
En tal sentido la curcumina demostró evitar el paso de esteatosis hacia su progresión a esteatohepatitis, una complicación frecuente en estos pacientes. El tiempo de toma de curcumina fue de 8 semanas, dividiéndose los pacientes en dos grupos (uno con curcumina y otro con placebo).
Finalizado el ensayo se pudo demostrar que el grupo que consumió curcumina tuvo una reducción del 78.9% del contenido graso del hígado, frente al 27,5% del grupo placebo.
También fue observada una reducción del índice de masa corporal, colesterolemia, triglicéridos, transaminasas, glucemia y hemoglobina glicosilada en el grupo que consumió curcumina, comparado al grupo placebo.
Por tal motivo, los investigadores sugieren el uso de curcumina en casos de hígado graso, siendo una medicación segura y muy bien tolerada.
Fuente: fitomedicina.org